¿Te harías operar un tumor cerebral por un pediatra? Parece una pregunta absurda, ¿verdad?
Sin embargo, cuando se trata de Cirugía Plástica, muchas personas no le dan la misma importancia a quién les operará, a pesar de los riesgos que eso conlleva.
La cirugía plástica en Chile ha experimentado una transformación notable en las últimas dos décadas. Antes, estos procedimientos estaban reservados para unos pocos privilegiados, pero hoy en día son una realidad accesible para muchas más personas. Este cambio cultural ha traído grandes beneficios, pero también ha encendido alarmas sobre la seguridad.
Un problema que cruzó fronteras… y volvió
Hace unos años, muchos chilenos viajaban a países como Perú, Bolivia o Argentina buscando precios más bajos, aunque eso significara procedimientos en condiciones precarias.
Trágicamente, las noticias de graves complicaciones e incluso muertes no tardaron en aparecer.
Con el tiempo, este fenómeno regresó a Chile, pero con una nueva cara: médicos extranjeros ejerciendo sin revalidar su especialidad y realizando procedimientos en lugares no certificados. Casos como el del doctor ecuatoriano Galo Andrade Pita en 2006, condenado por realizar una abdominoplastia en una casa que resultó en la muerte de una paciente, son una triste advertencia.
El Triángulo de la Seguridad
Para que un procedimiento sea seguro, tres pilares deben estar presentes:
- Un cirujano plástico certificado: Busca siempre que tu médico esté
acreditado por la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica. No todos los que
dicen ser “cirujanos” tienen la especialidad requerida. - Un centro certificado: Asegúrate de que el lugar donde te operes cumpla
con las normativas de seguridad y calidad establecidas en Chile. - Una evaluación integral del paciente: Cada cuerpo es único, y un buen
cirujano nunca realizará un procedimiento sin una evaluación exhaustiva
previa.
Hoy no puedes alegar ignorancia.
En la era de la información, nadie debería asumir riesgos innecesarios.
Los medios, la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica y muchos profesionales comprometidos han trabajado incansablemente para educar al público. Si decides operarte con alguien que no cumple los estándares, estás poniendo en juego tu salud y tu vida.
La cirugía plástica puede cambiar vidas, pero solo si se hace con responsabilidad.
No escatimes en tu salud ni en tu seguridad. Investiga, pregunta, y recuerda:
Un precio más bajo puede costarte… todo.
Si tienes dudas o necesitas orientación sobre un procedimiento, aquí estoy para ayudarte. Tu seguridad siempre será nuestra prioridad.