Abdominoplastia

La cicatrización completa de la abdominoplastía puede demorar hasta un año, y la apariencia final de la cicatriz puede variar según el tipo de piel de cada paciente y el tipo de abdominoplastía realizada. Inicialmente recomiendo usar tela microporosa, para luego pasar a silicona, cremas especiales e incluso láser de cicatrices.

A nivel interno, la adhesión de los músculos rectos abdominales tarda 4 a 8 semanas, por lo que recomiendo no hacer abdominales hasta los 2 meses postoperatorios.

Aunque la abdominoplastía puede mejorar la apariencia de las estrías al estirar la piel abdominal, sólo puede eliminar por completo las estrías bajo el ombligo. Sin embargo, las estrías suelen quedar más disimuladas y menos visibles después del procedimiento.

Se recomienda esperar al menos un mes antes de volver a realizar ejercicio físico y dos meses antes de realizar ejercicios abdominales después de una abdominoplastía.

Ocasionalmente se realiza la abdominoplastía en alguien sin hijos, siempre que comprenda los riesgos posteriores, como por ejemplo, las estrías.

A lo largo de más de una década como cirujano plástico, algunas pacientes mías han tenido guaguas tras una abdominoplastía. Sus resultados siguen siendo buenos si han mantenido un peso estable y subiendo ojalá no más de 8 kilos en el embarazo. La guaguas no han tenido complicaciones.

En casos puntuales puede ser necesaria una abdominoplastía secundaria tras un embarazo, sobre todo si no se cuidó adecuadamente el peso.

Lo ideal es operarse con IMC menor a 30. Si se asocia a liposucción, lo ideal es hacerlo con IMC hasta 28.

De todas maneras, es algo que hay que evaluar caso a caso, ya que el IMC es una aproximación lejana al problema central que es la obesidad.

Dependiendo de la contextura corporal, puede hacerse una abdominoplastía o lipectomía abdominal en pacientes con IMC hasta 35, como es el caso de ciertos pacientes postbariátricos. En otros casos, derivo al paciente a Nutrición para explorar alternativas de baja de peso preoperatorio como ciertos medicamentos nuevos (Ozepmpic, Rybelsus, etc) o cirugía bariátrica revisional.

En casos puntuales puede ser necesaria una abdominoplastía secundaria tras un embarazo, sobre todo si no se cuidó adecuadamente el peso.

No siempre se hace. La plicatura es de rutina en abdominoplastía estética en mujeres multíparas, sin embargo, en ocasiones no se hace en casos de pacientes sin maternidad cumplida o en hombres. La plicatura debe ser más agresiva o más conservadora en casos de obesidad visceral, mala calidad de los tejidos, expectativas de cintura, etc.

Lo más común en una mujer que ha tenido hijos es hacer una Lipoabdominoplastía, es decir, asociar abdominoplastía con Liposucción.

Ocasionalmente se asocia a cirugía mamaria, en cuyo caso se le conoce como Mommy MakeOver.

Dependiendo de la magnitud de la laxitud cutánea, podríamos catalogar la cirugía de remodelación del contorno corporal  de forma incremental: miniabdominoplastía, lipectomía abdominal o infraumbilical, abdominoplastía tradicional, abdominoplastía extendida, abdominoplastía circunferencial o 360 grados.

¿Qué tipo de abdominoplastía se recomienda en pacientes postbariátricos?

En mi vasta experiencia, recomiendo la lipoabdominoplastía extendida.

Sí es posible, sin embargo es importante entender que conlleva ciertos riesgos, sobre todo en la irrigación sanguínea de la piel del colgajo abdominal que queda bajo el ombligo.

Lo que más recomiendo es la marcación soft, de forma de no dar un look tan exagerado.

Pocos factores modificables influyen tanto como el tabaquismo. Lo mínimo es dejar de fumar 3 semanas antes y 3 semanas después, sin embargo, el riesgos asociado nunca se elimina del todo.

Si bien no es lo más común, he tenido pacientes que se van de alta el mismo día en casos donde no se haga liposucción.

Si quieres conocer más sobre las implicancias y riesgos, accede al Consentimiento Informado.