Rinoplastía Revisional
La primera vez que un paciente se somete a una rinoplastía para cambiar los aspectos que no le gustan de su nariz, dicha intervención se conoce como rinoplastia primaria. Mediante esa operación se remodelan los cartílagos y huesos que le dan forma a la nariz.
Toda operación tiene un porcentaje de re-operación.
Insisto, toda operación tiene un porcentaje de re-operación.
En la obtención del resultado definitivo interfieren factores del cirujano, de la cirugía y del pacientes. Algunos son modificables y otros no.
Dentro de los factores del cirujano lo más importante es que cuente con la debida formación y capacitación para realizar la intervención. También es importante que haya hecho cursos de perfeccionamiento en rinoplastía (usualmente en el extranjero), que sea una persona meticulosa y detallista, y por otro lado que su gusto o sensibilidad artística sean del agrado del posible paciente.
De entre los factores de la cirugía, el más importante es si se trata de una rinoplastía abierta o cerrada. Mientras en la primera el cirujano puede ver las estructuras de la nariz sobre las que quiere trabajar, en la segunda se opera “de memoria” o ayudado por la palpación exclusivamente. El porcentaje de reoperación de una rinoplastía abierta es entre 5 y 10%, mientras que una rinoplastía cerrada es entre 10-15%.
Entre los factores del paciente no modificables los más importantes son el grosor y tipo de la piel, la tendencia a formar fibrosis (también conocida como cicatrización interna), el tabaquismo, la edad y la genética, los antecedentes étnicos, y fundamentalmente el grosor y calidad de los cartílagos; entre los modificables son los hábitos saludables, no apoyarse en la nariz ni recibir golpes en el postoperatorios, la asistencia regular a los controles postoperatorios, la adherencia a las recomendaciones de aseo nasal (como el taping o entelado), tratamientos complementarios como la inyección de corticoides, etc. Como pueden darse cuenta, algunos factores son evidentes antes de la intervención, mientras que otros no lo son. Ningún cirujano plástico es adivino respecto a la genética o la calidad de los cartílagos con los que deberá trabajar, así como tampoco a las características de la cicatrización interna… y aunque lo fuera, no los puede modificar.
No asistir a los controles postoperatorios indicados por el cirujano plástico tras una rinoplastía es casi sinónimo de tener problemas con el resultado de una rinoplastía.
Discutir objetivos específicos que quieras modificar permitirá a tu cirujano evaluar la mejor forma de lograrlos en tu caso particular.
Rinoplastia en hombre: fotos antes y después.
Toda cirugía revisional reviste un carácter eminentemente reparador en la intención original.
En el caso de la Rinoplastía Revisional o Rinoplastía Secundaria se interviene una nariz por segunda, tercera, cuarta vez…etc. Se debe pasar quirúrgicamente por tejido previamente operado, por lo tanto con cicatriz, muchas veces sin saber exactamente qué se hizo y por qué en la cirugía primaria. Esa disección es mucho más difícil, tediosa y riesgosa. Finalmente se logra exponer toda la estructura y se evalúa los cambios que hay que hacer con el tejido que haya. No es infrecuente tener que sacar material desde un sitio donante para poder reconstruir, por ejemplo, tomar un segmento de cartílago de costilla para darle soporte a la punta “strut” o para confeccionar los “spreader” que son injertos para aumentar la amplitud de la vía aérea.
Los injertos de cartílago del propio paciente están sometidos a sus propios riesgos, ya que con los años los tejidos cartilaginosos -en este caso los cartílagos de las costillas- se van osificando, se ponen duros menos moldeables y con más tendencia a querer recuperar su forma original o curvatura con el tiempo. En Estados Unidos existen bancos de tejido de donantes cadáveres, donde tras el procesamiento, los mejores segmentos de cartílagos están disponibles para ser usados en cirugías plásticas o reparadoras reduciendo estos riesgos. Lamentablemente, no están disponibles en Chile.
En el postoperatorio se usan tapones y una férula termoplástica, luego la tela microporosa o taping nasal. No es una cirugía dolorosa, a veces duele más el sitio donante del cartílago. Las principales molestias son la sensación de nariz tapada y los moretones (equimosis) producto de la fractura de los huesos nasales.
El postoperatorio de esta intervención es laborioso: con controles regulares, y con el uso de taping prolongado, masajes, kinesiología, inyecciones de dolorosos corticoides en la nariz, así como uso de distintos puff nasales. En Estados Unidos también se inyectan medicamentos como 5-FU, que no están disponibles de rutina en Chile.
El resultado final de una rinoplastia revisional se verá no antes de los 6 meses, usualmente al año de operado o incluso hasta los dos años, una vez que haya desaparecido toda la hinchazón.
Con todo lo anterior, he pretendido dar una pincelada a la gran complejidad que reviste esta cirugía y servir de orientación a quienes pueda resultarles útil.